LTC en la Buenos Aires Mini Maker Faire

 

El 9 de marzo estuvimos en la Mini Maker Faire. Durante la tarde dimos un Taller de Tecnologías Creativas. LLegamos con nuestras valijas a C3, Centro Cultural de la Ciencia, donde nos asignaron un Taller. Algunas mesas dispuestas en grupos con cinco sillas alrededor. De las valijas sacamos los kits, las compus, y como un buffet repartimos en una mesa principal los objetos de librería que forman el repertorio de “varios para crear”.

Primero llegó una abuela jubilada del sector de la electrónica, una niña curiosa, y poco a poco algunos niños más con sus familias. Armamos tres grupos, adultos por un lado, y niños por otro. (No sea que los segundos le copen las actividades a los primeros y no los dejen jugar!).

Después de las presentaciones se armó el lío electrónico, las compus empezaron a andar y los grupos a trabajar concienzudamente. A diferente ritmos, cada uno fue armando los desafíos, discutiendo las opciones, agregando complejidades. A menudo pasa que de las preguntas surgen más preguntas, y las respuestas se consiguen cuando metemos mano.

Salieron dos proyectos super ambiciosos. El primero un columpio hecho con un servo motor, palitos de helados y algunas piezas de acero sueltas. En el medio del proceso de producción, su constructora de 8 años dijo “esto podemos hacerlo gigante, pero necesitaríamos un motor más grande”. 

El segundo grupo hizo una trituradora humana. Ellos no lo supieron, pero estaban emulando a aquella película de aquella banda de rock tan conocida. Se distribuyeron los roles: uno de ellos programó, otro armó la maquinaria, y otro armó el “sujeto de prueba”. Un pobre humano que sale disparado después de pasar por el dispositivo.

El taller se termina cuando los grupos pueden compartir los hallazgos con el resto, mostrar y explicar los dispositivos que armaron. Es un círculo que se abre y nunca se cierra, es un encuentro realizado, una experiencia atravesada. Es un camino que encontró a desconocidos trabajando juntos. Compartiendo ideas y haciéndolas realidad.