Espacio Abierto de Tecnologías Creativas Las Chacras, Traslasierra, Córdoba
Crónica del pasado, el presente y el futuro
El Espacio Abierto de Tecnologías (EAT) de la cooperativa Cambá está situado en Las Chacras, un paraje perteneciente al ejido municipal de La Paz, en el departamento de San Javier, Córdoba, en la zona conocida popularmente como Traslasierra. Se gestó a mediados del año 2021, en el contexto de la pandemia de COVID-19. La motivación surgió al leer la situación en el territorio: una zona semi-rural con escasa conexión a internet y poco acceso a dispositivos digitales atravesada por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Se dieron distintas estrategias para continuar con la educación formal, desde grupos de whatsapp, disposición de cuadernillos para retirar en las escuelas e incluso distribución de material (las maestras nos contaban que lo dejaban en una bolsita en las tranqueras de las casas de les alumnes). No solo la educación formal se vió atravesada por esta situación, sino que para muchas peronas surgieron dificultades para realizar trámites, ya sea los que cotidianamente realizaban (banco, muinicipalidad, etc.), sino que también fue un desafío acceder a la asistencia social a través del IFE o el ANSES, ya que esta comunidad está habituada a la presencialidad como práctica cultural, además de no contar, como mencionamos arriba, con dispositivos y conectividad.
Esta situación fue el puntapié para que un socio de Cambá que vive en el lugar, proponga a la municipalidad la colocación de una antena punto a punto del proveedor de internet de la zona en el club social, frente a la plaza, y comenzar a garantizar un espacio con computadoras aportadas desde el proyecto educativo de la cooperativa, el Laboratorio de Tecnologías Creativas.
Comenzamos entonces a disponibilizar el espacio los lunes y viernes de 15 a 18hs (luego lo cambiaríamos de horario, de 18 a 20hs), y el primer mes fue dedicado principalmente a preparar las computadoras, actualizando software o instalando distintos sistemas operativos derivados de GNU/LINUX (Debian, Lubuntu, Huayra, Xubuntu)
Punto de partida
Si bien desde la cooperativa contamos con amplia experiencia de talleres, capacitaciones e incluso experiencias similares 1, esta vez la intuición (o quizás el desconocimiento de esta comunidad ya que formamos parte de los “venidos”) nos llevó a tomar una actitud de escucha y predisposición a actuar según lo que el lugar iba presentando.
El formato elegido para la disposición del espacio fue una o varias mesas alineadas al comienzo y luego adoptamos el formato tipo “isla”, de manera que el facilitador pueda interactuar con cada persona y propiciar también intercambios entre lxs asistentes.
Con nuestra “caja de herramientas” (tanto materiales, como conocimiento y experiencia) abrimos las puertas y de a poquito se empezaron a acercar algunas personas: M.. un joven que pudo acceder a una compu a través de un crédito del Anses y con intenciones de aprender a programar para formarse y poder trabajar; Y.. una joven que estaba haciendo una capacitación para secretaria administrativa y quería reforzar conocimientos de ofimática, y el hermano de la joven, C.., que sin un objetivo concreto le gustó la idea de aprender algunas cosas en el espacio. También se acercaron tímidamente algunos niñxs que andaban por la plaza a la hora de la siesta… primero mirando desde afuera y luego ganando confianza y sentándose a usar las compus.
Las primeras actividades
M.. comenzó implementando un sitio web utilizando wordpress con LAMP localmente, para lo cual previamente instaló Ubuntu junto al otro sistema operativo con el que contaba su computadora. Esto nos permitió trabajar algunos conceptos de administración de sistemas GNU/Linux, software libre, implementación de servidores, lectura de documentación, gestión de contraseñas e implementación de plantillas. También dió lugar a charlar sobre como comercializar ese trabajo y tuvimos la oportunidad de, a través de algunos compañeros de la comunidad de software libre, conseguir su primer proyecto pago que consistió en la actualización de un sitio web de noticias basado en wordpress. Con ese primer trabajo M.. pudo pagar la instalación de la antena punto a punto en su casa para acceder a internet.
Para abordar las herramientas de ofimática, y con la intención de tener un anclaje ligado a los intereses propios, con Y.. comenzamos con la propuesta de armar un cancionero de Luciano Pereyra, ya que es un artista que le gusta. Esto nos permitió abordar varios temas, ya que no contaba con acceso a una computadora antes de venir al EAT. Entonces, comenzamos con el uso básico de la compu: acceder a aplicaciónes, navegador web y búsquedas. También trabajamos como usar el portapeles para copiar y pegar texto, manejo de archivos, descarga de imágenes (porque el cancionero incluye fotos ;)) y utilización del procesador de textos LibreOffice Writer, donde confeccionamos el cancionero con una carátula, estilos de texto, índice e imágenes.
C.. nos contó de su interés por los fierros, ya que le gustaba desarmar equipos, juguetes e incluso había comenzado un curso de reparación de PC. Entonces con él la propuesta fue hacer el curso “Desafíos Arduino” de nuestra plataforma, ya que también contamos en el espacio con los kits que utilizamos en nuestras actividades.
Y con los peques que se acercaron tuvimos dos enfoques: uno más orientado al juego (superTux, TuxKart y otros presentes en los paquetes de los sistemas operativos) y otro orientado a fortalecer por un lado el manejo de la computadora (son niñxs que nunca antes accedieron a estos equipos, por lo tanto les costaba dominar el teclado, el mouse y poder entender la interfaz) y por otro trabajar la lecto-escritura, algo que es una dificultad general en la formación básica en la zona. Para este último enfoque utilizamos la suite Gcompris, que cuenta con aplicaciones-juegos para ambas necesidades.
Por último, en esta etapa les propusimos a M.., Y… y C.. que realizen el curso de Processing presente en nuestra plataforma, que fue desarrollado para la propuesta de formación a distancia junto a la Cooperativa Batán. De esta manera pudimos abordar conocimientos específicos de programación. Luego M.. se anotaría y finalizaría la formación de Argentina Programa.
2023 – Un espacio con dinámica propia
Durante el 2023 se consolidó la dinámica del espacio, contando ya con un grupo de “habitués” que fueron apropiandose del espacio y de los dispositivos: ya sabíamos como organizar las mesas, que compus usa cad une, etc.
También comenzaron a llegar adultos, tal como el caso de Z…, una mujer de unos 50 años que se acercó porque había accedido a un subsidio para la producción de su emprendimiento, y necesitaba hacer la rendición a través de planillas compartidas en GoogleDrive. Contaba con una tablet y un celular, y muy poco conocimiento de cómo usarlos. Luego de resolver el tema de las planillas (con explicación de “qué es internet” mediante), indagando en sus intereses que rondaban por las artes visuales, comenzamos a investigar Inkscape un software libre para edición de gŕaficos vectoriales. En este punto se sumó S… (una mujar de la misma edad), quien se acercó con una notebook de conectar igualdad que era de su hijo con la intención de apreneder a crear flyers, para poder difundir por redes sus productos. Realizaron varias actividades juntas e intentamos ir registrando lo aprendido en un documento compartido. Luego más entrado el año, Z… dejaría de venir porque decidió anotarse en una carrera universitaria, aunque al tiempo volvio esporádicamente para recibir ayuda para utilizar el campus, gestionar archivos, etc.
Otra característica del 2023 fue que comenzaron a participar del espacio adultos mayores: primero fue el caso de G… una mujer de unos 80 años con un gran bagaje cultural y con el objetivo de bajar películas de “cine arte”, ya que en su casa no cuenta con una conexión a internet. Una curiosidad fue que llegó con una notebook con Windows instalado pero mostrando la fatal “pantalla azul”. Luego comentó que un amigo le habia instalado otro sistema operativo pero que no lo sabía usar.. nos pusimos a mirar la compu y encontramos una instalación de Linux Mint que andaba perfectamente, con lo cual, fue la que utilizamos para bajar pelis con diversas técnicas: descargas de youtube, busqueda y descarga de subtítulos, torrents (con Transmission) y descargas directas.
También llegó J… un hombre de unos 90 años, descendiente de pueblos originarios del norte, que se acercó por dos motivos principales: por una lado poder tener autonomía en gestionar su homebanking, y por otro, realizar una investigación de sus raíces familiares a través de la búsqueda de partidas de nacimiento en diversos sitios. Con él pusimos en práctica algunas nociones de búsquedas en internet y manejo de archivos. J… tambien es un cinéfilo, especializado en cine de pueblos originarios, y también aprovechó lo que trabajamos con G… para descargar películas y organizar sus archivos.
Con la participación de G… y J… se comenzó a dar una dinámica de mayor integración entre las personas que participaron del espacio: charlas sobre tecnología, política, historia, arte, historia del cine, etc., se hizo también habitual llevar el mate y algo para compartir.
Finalmente, este año comenzaron a participar de manera habitual en el espacio dos niños de 6 y 8 años. Ambos con sus computadoras y con ganas de “bajar jueguitos”. La estrategia que elegimos fue equilibrar el tiempo de “viciar” con los jueguitos y realizar otras actividades. Por ejemplo, les gustó muchísimo las actividades de programación propuestas en Pilas Bloques, la iniciativa de Program.ar para la enseñanza de programación en escuelas.
Conclusiones
Luego de los dos años y medios de la experiencia del Espacio Abierto de Tecnologías en el Club Las Chacras, hay algunas conclusiones y aprendizajes que podemos sacar.
Dentro del grupo de estrategias que funcionaron (ya sea planificadas o no), la creación de un ambiente ameno, divertido y solidario fue uno de los puntos que permitió a las personas apropiarse del espacio. La confianza que se generó permitió que en las ocasiones que el facilitador no pudo participar, algune de les participantes quede a cargo de la llave del club y de garantizar estar a horario para abrir y cerrar el espacio. También sucedió de que algunes se querían quedar un rato más luego del horario, o venir antes, y también fue posible coordinar esos espacios fuera del horario “oficial”.
Al principio fuimos reticentes a la participación de niñes sin sus mardres o padres, ya que no es un espacio pensado específicamente para niñeces, sin embargo, elegimos la estrategia de pedirles los adultos responsables de les niñes, que se queden en la plaza (frente al club) durante el horario del espacio… finalmente fuimos ganando confianza y “equalizando” las energías de niñes y adultes y les niñes fueron ganando autonomía, pudiendo generar momentos de silencios y escucha. Algo que quizás está vinculado con esta convivencia “pacífica”, es que las personas adultas que participamos del espacio solemos tener vínculo con esos niñes, ya que nos cruzamos con elles y sus familias en la feria de la plaza, en los comercios, tenemos amistades en común, etc.
Terminamos el año con una participación constante de unas 8-10 personas, entre 6 y 90 años sentados a lo largo de una misma mesa, lo cual produjo intercambios muy enriquecedores y amorosos, pero también algunas dificultades. Entre ellas, la posibilidad de profundizar el trabajo individual para fijar conocimientos, en una ambiente tan diverso la disperción está a la orden del día. Algo que sirvió para mitigar esto fue tener actividades pre-armadas en nuestra plataforma, lo cual nos dió la pauta de trabajar en esa línea para el año próximo.
Así como la diversidad del ambiente produjo algo de disperción, también tomamos la estrategia de generalizar explicaciones individuales, lo que produjo que se den conversaciones donde se pusieron en juego los recorridos de las distintas personas. En ese sentido, nos pareció muy enriquecedor haber generado un espacio donde las niñeces, juventudes, adultos y adultos mayores compartan charlas, comentarios, y conocimientos, porque comenzó a suceder que se emepezaron a ayudar entre les participantes, cada uno compartiendo lo que fue aprendiendo.
Los desafíos para este nuevo ciclo del EAT giran en torno de poder profundizar los conocimientos, dejar registros que puedan servir a otres y planificar alguna producción en conjunto ya sea por grupos o de todas las personas que participan del espacio… fueron años de mucho aprendizaje y tenemos la posibilidad de poner en juego viejas y nuevas estrategias.. ¡2024 allá vamos!
Footnotes
1 Antes de formalizarnos como coope, algunos socixs participaron de un programa de radio (oveja eletrónica) y taller de software libre en el centro cultural La estación, en La plata. Otra experiencia similar la realizamos en la biblioteca popular Sarmiento, en Lanús.