FLISoL 2019 – Sastre, Santa Fé, Argentina.


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Este año, como muchos, varios fueron los puntos en los que estuvimos haciendo presencia en FLISOL. Flor y Santi viajaron a la provincia de Santa Fé. Aquí, la crónica de sus dos días en el pueblo de Sastre.

Comienza el viaje

Desde Retiro, un jueves por la noche, sale el micro rumbo a Santa Fe. Comenzaba el recorrido típico hasta San Nicolás, y luego comenzaban las paradas en cada pueblito: Las Parejas, Las Rosas, El Trébol, Carlos Pellegrini, San Jorge y, finalmente Sastre!

Flor y Santi bajan del micro después de unas horas, y se encuentran con René, que los estaba esperando afuera del 206 para ir juntxs a su casa, refugio de les cambases durante los siguientes días. Guardaron la valija de LTC en el baúl, y arrancaron!

No era lejos, pero la madrugada fría y con lluvia, ameritaba el resguardo. El día aclaraba de a poco y algo del verde de las plazas y las casitas del pueblo pudieron conocer. Una vez en la casa, todxs vuelven a descansar unas horas.

Son las 9 de la mañana, y arranca el día previo al FLISOL. Entre aromas a torta frita y café, cada unx fue descubriendo el hogar a la luz del día, desde el comedor: una mesa con varias notebooks, cables colgando de una zapatilla, un proyector suspendía del techo, muchos cuadros con frases, collages de fotos, pañuelos y banderas de luchas populares colgadas de las paredes, cantos de aves, gatas y perritxs chusmeando quiénes eran lxs recién llegados.

René, nuestro anfitrión y coordinador del festival, resultó ser una de esas personas que adorás que estén, que comparten su forma de pisar el mundo con entusiasmo. Un tipo de unos cincuenta años, apasionado por la electrónica y dedicado al laburo de electricista, principalmente para sumergirse en trabajos que impliquen más interacción social. Lleva incorporada la filosofía del hacelo por vos mismo incrustada en su vida. Y más que la electrónica, ama la libertad, por lo que el software y hardware libres aparecen continuamente en sus proyectos.

Recorriendo el pueblo

Después de desayunar, fuimos a recorrer el barrio con René. La primer parada fue en la Escuela Primaria 267 Aristóbulo del Valle. Decidimos que ir a contar sobre el taller por las escuelas del pueblo podía sumar a aumentar la convocatoria, así que eso hicimos, pasando aula por aula y charlando con chicxs de primaria y secundaria.

Niñxs entre 7 y 12 años hacían preguntas e intervenían contando sobre sus experiencias con la tecnología mientras nosotrxs lxs invitábamos al taller. Entusiasmadxs, evacuaron todas las dudas: preguntaban si podían ir con amigxs, cuánto duraba, si podían ir más temprano o más tarde, si había que llevar algo…

Cada aula contuvo una revolución distinta, alguna más caótica que otra, cada vez que pasábamos por ellas. Y algo parecido sucedió en la Secundaria 639 Patricias mendocinas, donde lxs más grandes de la secundaria, y en el otro extremo, lxs más peques de la primaria, fueron quienes se mostraron más receptivos a la invitación. Particularmente, con aquellxs que ya estaban preguntándose sobre el mundo que se abre tras la escuela, decidimos contarles brevemente sobre Cambá, sobre la tecnología libre, y la posibilidad que trae el cooperativismo al momento de pensar alternativas laborales. Algunxs de ellxs encontramos después en la charla y en el taller!

Una de las paredes de la casa de Nancy y René

La Minga

Ese mismo día conocimos a Nancy, la compañera de René, en el almuerzo. Ambxs son conocidxs por muchxs niñxs de las escuelas y la comunidad. Ella es psicóloga social, trabaja en algunos colegios de Sastre, y participa en distintas actividades de fomento de la equidad de género, a través de distintos programas que se aplican en el territorio, como el Hoy por mi, mañana por todas. También nos recibió super cálida, nos compartió libros, historias y el sentido de lucha y resistencia social que lleva impregnado.

Ellxs forman parte, además, de un grupo de personas autoconvocadas que se ocupan no sólo de organizar eventos como el FLISoL, sino también de problemáticas comunes a todxs en Sastre, como es la gran contaminación por agrotóxicos que sufren los pueblos en Santa Fe y afectan la calidad de vida de todxs. En este sentido, nos cuenta René que el sólo hecho de asistir a las reuniones de Consejo del pueblo, resulta ser una acción útil para generar tensión y lograr que lxs consejalxs discutan los temas que realmente demanda la comunidad. El punto de reunión de La Minga, como se autodenominaron, es la gran Biblioteca Popular.

Últimos ajustes!

Luego de mucha charla e intercambio de experiencias de vida, nos pusimos todxs manos a la obra para preparar lo que faltaba para el festival.

René se ocupa de imprimir los carteles para la Biblioteca, sin dejar de comentarnos cada uno de los programas de edición basados en software libre que usa… es encantadora la manera en que comparte su entusiasmo sobre lo que hace!
Nos encargamos de intalar todas las interfaces para programar las plaquetas Arduino en cada una de las compus que las escuelas prestaron para hacer el taller, y entre pastelitos, charlas y trabajo, se hizo la noche. Compartimos una pizzas y empanadas y no perdimos oportunidad para seguir conociendonos.

Llegó el día…

Mates y más pastelitos (aún sublimes!) para desayunar y repasar la charla que daríamos en un rato sobre Cooperativismo y Software Libre.

Es Sábado por la mañana, y partimos para la Biblioteca para encontrarnos con todxs en el festival.

La primer charla estuvo a cargo de Federico Tervanasio, licenciado en Filosofía y letras. Resumió, en palabras muy acertadas y simples, qué significa que el software sea Libre, sus diferencias con el software Open Source y el privativo, las 4 libertades que lleva impregnado, y las particularidades de las principales distribuciones que utilizan Linux. El público, que variaba mucho en edades, entre 17 y 70 años, no dudaban en preguntar y cortar al speaker en cuánto una duda acudía su mente!

Luego, Martin y Berna, activistas del Software Libre y participantes de Wikimedia se explayan sobre el uso de Wikipedia, la publicación de artículos, la construcción de relatos y registros fotográficos colectivos por parte de la comunidad. Nos contaron de un grupo que sostienen, Litoral Intenso, consolidado en 2017, donde activan coberturas colaborativas sobre distintos hechos sociales que trazan importantes lineas sobre nuestra cultura. Así, junto con otrxs compañerxs, se encargaron de cubrir numerosas marchas sociales, desde el Ni Una Menos, hasta los carnabarriales de Santa Fe. Además, nos contaron de la importancia de que herramientas como Wikimedia, sean apropiadas en su uso por todxs, de manera que democraticemos toda esa información que allí encontramos. Un claro ejemplo es el de Macarena Sánchez, la reciente primera futbolista profesional en Argentina. Años antes, cuando se buscaba que su historia también esté narrada en Wikipedia, reiteradamente los intentos eran en vano porque la comunidad de la plataforma lo consideraba irrelevante. No fue hasta su profesionalización y gracias al empuje feminista, que la publicación fue aceptada en la enciclopedia virtual. De aquí lo fundamental de que se haga eco de los cambios socioculturales. Además, explicaron las licencias libres sobre dichos contenidos multimediales, su categorización, y finalmente entre todxs subimos fotos de Sastre a Wikimedia tomadas por un vecino del pueblo!

Al finalizar la segunda charla, hicimos un corte hasta las tres de la tarde, durante el cual lxs vecinxs almorzaron y dedicaron media hora a su siesta habitual, mientras lxs coordinadores e invitadxs nos fuimos a comer todxs juntxs.

El bloque siguiente lo abrió Cecilia Boretto, Analista de Sistemas de la ciudad de Córdoba. Vino a contar su experiencia laboral en empresas corporativas de capital, y sobre su actual rol de Product Manager en Eureka Labs, para narrar cómo las prácticas patriarcales influyen arduamente en generar expulsión de mujeres en los ámbitos de las ciencias duras. Ella arranca su carrera hace 9 años como desarrolladora de software, y desde entonces se ha sentido en lucha contra cada uno de los estereotipos y situaciones que definen cómo una mujer participa en el sector tecnológico particularmente. Sobre esto, abrió el debate sobre el cupo laboral femenino y las acciones que podemos tomar para fomentar la inclusión de mujeres en este campo.
Mientras finalizaba la charla, una manada de niñes se concentra en la puerta de la Biblioteca agitando para que empiece el taller de LTC! Y claro… ya eran mas de las 4 (horario de inicio prometido) y no había señales de Arduinos!

Cuando nos toca a nosotrxs compartir nuestra experiencia, decidimos primero hacer ingresar a todxs lxs niñxs que esperaban afuera y arrancamos a charlar! Santi introduce a Flor, Flor introduce a Santi. Contamos sobre Cambá, nuestros roles en la coope, cómo fueron los comienzos y el día a día que vivimos todxs juntxs. Nos explayamos sobre qué significa conformar una empresa cooperativa, y veíamos cómo muchos ojitos se abrian con emoción. Hablamos de las instancias de participación, la horizontalidad, el compromiso social, y cómo toda esta autogestión colectiva está ligada fuertemente a la filosofía del Software Libre! Además, les contamos sobre el proyecto de Privacidad Global, también sobre el Hacklab en la Universidad de Quilmes que estamos formando, y cómo amalgamamos el uso de herramientas libres a nuestra praxis cotidiana. Cuando lxs niñxs comenzaban a murmurar con ansias por el taller, fuimos cerrando lacharla y nos sumergimos al encuentro con ellxs.

Y al fin…el taller!

Cuando terminamos la charla, nos abrazaron grandes y cálidas sonrisas de quienes nos escuchaban, mientras les niñes comenzaban a inquietarse porque sabían que el taller iba a comenzar.

El espacio propuesto fue el piso superior, donde había mesas redondas, y otras rectangulares y largas distribuidas para trabajar en grupos.

Rodrigo vuelve a tomar el micrófono e invita a todes les niñes a subir y ubicarse alrededor de las mesas para poder comenzar.

Como si de una estampida se tratara, escuchabamos los pasos que marcaban esa presencia llena de emoción y curiosidad! Eran muchxs, muches más niñes que otras instancias de taller, y por eso, la dinámica que nos involucró a todxs ese sábado fue construída ahi mismo, con ellxs, moldeada por las particularidades del lugar, los recursos con los que contábamos, y la forma que tomaban los vínculos entablados entre les propies niñes. Ellxs se conocían, del barrio, de la escuela, de la biblioteca, y entre sí se preguntaban sobre el taller.

Les contamos que la idea era comenzar todxs juntxs, así que esperaron a que cada unx tuviera un lugar en los grupos para poder entonces descubrir de qué se trataban esas cajitas cerradas que teníamos para ellxs.

El taller a pleno

Una vez que en cada mesa hubo una compu y un kit, comenzaron a explorar! Les dimos un momento para que abran las cajitas, y sus ojos comenzaron a reflejar asombro y varias preguntas.

Al principio, algunxs tomaron el lugar cerquita de la compu para manejar los carpetas de desafíos y la interfaz de Arduino para programar las plaquetas, y otrxs se dedicaron a volcar sobre las mesas todos los componentes que encontraron. Y una vez inmersxs todxs en esta exploración, les contamos sobre las imágenes de los circuitos y qué hacer con ellas.

Unxs sostenían los motores, otrxs las resistencias y los cablecitos, algunxs trataban de leer y descrubrir qué hacía el programa y estaban quienes indicaban cómo reproducir lo que esas imágenes planteaban.

Nuestras intervenciones tuvieron que ver principalmente con el intento de que todxs puedan participar del proceso de experimentación. La cantidad de niñes nos planteaba a nosotres ese desafío, y a su vez, dejaba al descubierto la forma en que cada unx de ellxs encaraba ese proceso. Algunxs se impacientaban, otrxs intentaban coordinar que todo sea equitativo, estaban quienes se encabronaban si alguien monopolizaba la compu o los componentes, y también lxs que se acercaban a otrxs grupos para responder preguntas que les surgian sobre cómo resolver un desafío. La cooperación se hizo presente mientras nosotrxs buscamos fomentar la rotación de las tareas de acuerdo a cómo se distribuyeron, y a su vez, que el aprendizaje circule entre ellxs, de manera que la escucha se abra paso entre entre grupos distintos.

Equidad de género a full!

La intensidad de la experiencia fue menguando a medida que la noche caía y algunxs niñxs volvian a sus casas. Los grupos se redujeron, y lxs más enganchadxs con los desafios, siguieron hasta que vinieron a buscarlxs, no sin antes mostrar a mamás y papás lo que habían hecho juntxs.

Luego de cuatro horas de taller, comenzamos a darle cierre y observar cómo todo iba concluyendo. Nos encontramos con que muchxs preguntaban si el taller continuaría el próximo sábado, y entendimos eso como parte intrínseca de la forma en que la comunindad se desarrolla allí, en tanto saben que la biblioteca está abierta los fines de semana para participar de los talleres habituales, como el de ajedrez.

Aquí nos detuvimos a identificar aquello que sucede cuando salimos de nuestro territorio, cuando tomamos esa valija que propone abordajes creativos a través de la tecnología y salimos de la ciudad para viajar al corazón de un pueblo.

En este sentido, el territorio contextualizó el taller desde el momento en que el punto de encuentro sucedió en la biblioteca popular del pueblo y las connotaciones que de ello surgen. La comunidad, el sentido de pertenencia al espacio, la confianza entre ellxs y la asociación que hacían entre la biblioteca y un punto de encuentro para actividades culturales. Niñes, adultes, y personas mayores confluían a través del aprendizaje, la exploración y esas inquietudes que marcan el comienzo de algo más.

Cuando un día previo al evento decidimos ir a llevar la difusión del taller por cada aula de las esuelas, no había niñe que no conociera la biblioteca, y de todas edades concurrían a ella durante la semana para participar de algún taller. Esta cercanía es propia de los barrios, es propia de la forma en que la cultura se despliega en los pueblos y viajar hacia allí nos permitió descubrir e involucrarnos con el ritmo y andar de Sastre.

Fluir entre los tejidos comunitarios y acercar un abordaje tecnológico que no impone formas sino que abre posibilildades, valorando el saber que lxs niñxs llevan construído previamente, constituye una experiencia de formación que nos liberta mutuamente.

Abrazos de despedida cierran este viaje. Las sonrisas se hacen eco en cada unx.