Taller de Formación Docente en Tecnologías Creativas en UNRaf
Hace algunos meses fuimos convocados por la Secretaria de Articulación Universitaria de la Universidad Nacional de Rafaela para preparar una capacitación docente. La intención fue clara, formar a un docente y un alumno de la carrera para llegar a las escuelas con una propuesta de carácter tecnológica, lúdica y artística.
La Universidad pretende constituirse como un espacio de educación de calidad y de referecia en la formación de grado en Rafaela y los alrededores. La UNRAF es una Universidad jóven. Hace tres años vienen trabajando para generar arraigo en la comunidad y establecer lazos que promuevan la permanencia y romper, también, con el exilio estudiantil.
En este sentido, para fomentar la venida de los estudiantes que están terminando el secundario, la Universidad camina las escuelas. Esta formación se situó como una forma de iniciar el vínculo de la Universidad con las escuelas, llevando un esquema de talleres dinámicos, formativos y que sirvan de puente entre las instituciones.
El Encuentro
El viernes 27 de abril, a las 16 hs nos encontramos con docentes y alumnos de diferentes disciplinas para formarnos. Los mates y las risas preliminares, auguriaron una jornada dinámica y entretenida, de encuentro y transformación.
Después de una presentación redonda, nos separamos en grupos y nos pusimos a hacer los desafíos. Aprender haciendo. Los profes y alumnos llevaron adelante los desafíos. Cada mesa, heterogénea de formación y disciplinas, fueron desatando los nudos en la práctica y pudieron ir armando y complejizando las propuestas.
Al mismo tiempo, los que trajeron saberes previos en tecnologías,formaron e informaron al resto sobre los cambios y sobre los potenciales. Diferente, como todos los encuentros, este fue mechando teoría y práctica de forma constante. Al final, todas las (producciones) dijeron mucho de sus productores, los que venian del palo audiovisual armaron un zoótropo, los que tenían una perspectiva del proyecto pensada hacia afuera, armaron un cartel de bienvenida a la UNRAF en movimiento; el otro equipo armó un vehiculo-robot con un cartel en movimiento con una frase de Pablo Neruda. Cada equipo contó el proceso, sus búsquedas y sus imaginarios previos y posteriores sobre el dispositivo.
Cuando terminó ese proceso, revisamos y les contamos sobre el cuadernillo de formación docente que armamos para tal fin, para sistematizar la experiencia de Cambá en educación. Debatimos acerca de las formas de enseñar tecnologías en una era abarrotada de objetos tecnológicos y pensamos formas para continuar el debate cuando estemos lejos.
Esta experiencia fue enriquecedora desde muchos puntos de vista. Teniendo en cuenta la capacidad de proyección del encuentro, es posible ampliar los lugares de acción. Quedó claro que las distancias geográficas no son un límite cuando se trata de multiplicar proyectos en los que se puede apostar para construir juntos.
Fue una experiencia compleja a priori, porque nos propusimos adaptar y teorizar sobre todo el universo disperso con el que venimos trabajando: qué hacemos, cómo, para quién, qué buscamos y cómo enseñamos; todo esto con la finalidad de poder construir un material en el que los docentes replicantes de la experiencia puedan sostener su práctica e ir apuntando nuevas formas de hacer y ejercer la tarea. Una de las cuestiones más difíciles de transmitir, que solo se comprueba cuando trabajas con los jóvenes, es todo lo que se puede hacer sin saber nada. Por eso, militamos el saber como una construcción que surge en el hacer.
En el trayecto de este proyecto que nace de la motivación de enseñar lo que sabemos, nos vamos encontrando con nuevos desafíos que exceden las premisas primeras. Y en ese sentido, lo que sabemos, nos queda chico. Comprometidos con que es posible pensar nuevas formas de vinculación con la tecnología y de nuestro lugar como usuarios y conscientes de que esto recién empieza, en Rafaela se tiró una primera línea de trabajo que nos van a seguir enseñando.