A principos del año 2022 recibimos un correo electrónico a través del sitio del Laboratorio de Tecnologías Creativas donde nos consultaban acerca de las formaciones que ofrecíamos. Quienes nos escribieron, pertenecían a una organización social, Encuentro de Organizaciones, con presencia en varios barrios de la capital cordobesa. Colaboraban en sostener ”copas de leche, comedores, cuadrillas de construcción, promotorxs de salud, y cooperativas de trabajo.” También, nos contaban que ”con algunxs compañerxs estamos intentando generar espacios de aprendizaje, y producción de tecnologías pensadas desde lo comunitario. Por ahora estamos trabajando en un barrio. Este año empezamos a hacer actividades como parte de una ‘escuelita de tecnología popular’“.

Sin dudarlo demasiado, coordinamos para una videollamada y ese encuentro derivó en nuestra primer visita al Domo, el espacio comunitario de la Asamblea de Campo de la Ribera. En este articulo de nuestro blog hay una crónica de esa visita, donde entre otras cosas contamos un poco la historia de ese espacio comunitario:

La asamblea comenzó por el año 2006, cuando vecines del barrio se juntaron para dar respuesta a sus necesidades de una manera solidaria y autónoma. Primero arrancaron con un comedor para les chiques del barrio y luego con clases de apoyo escolar, todo esto funcionando en la casa de una vecina. Luego pudieron acceder a un terreno comunitario y construyeron una casilla para seguir con las actividades. Con el tiempo y con colaboración de otras personas, fueron creciendo, armaron un domo donde mudaron el comedor y espacio de actividades, y al estar dentro el programa Renabap pudieron acceder al financiamiento para la construcción del centro comunitario, que dicho sea de paso, lo construye la cooperativa de construcción del barrio.

Luego de esa visita, creamos un vínculo que sostuvimos a lo largo de los años, intercambiando materiales, ideas, cruzándonos en eventos de software libre y siempre con ganas de volver a juntarnos.

Por supuesto que volvimos a juntarnos, pero antes, veamos que pasó en estos dos años en la Asamblea de Campo de La Ribera.

El rol de las organizaciones sociales y comunitarios y las políticas públicas para el acceso a derechos básicos

Cuando el pasado 17 de Mayo llegamos al espacio comunitario de la Asamblea, la primera reacción fue de una hermosa sorpresa. Como comentamos arriba, en nuestra primera visita recién comenzaban a construir el espacio diseñado por elles donde funcionaría el comedor, la cocina, la escuelita tecnológica, la cooperativa textil y la cuadrilla de limpieza y mantenimiento del barrio. El corazón se nos llenó de emoción cuando vimos que el esfuerzo y trabajo de los compañeros y compañeras del barrio, potenciado por las políticas públicas, fue plasmado en un centro comunitario que cuenta con todas las herramientas necesarias para llevar a cabo sus labores diarias: asistir al barrio diariamente desde el comedor, donde sostienen la alimentación de vecinos y vecinas que quedaron excluídos en el diseño social actual; organizar el trabajo de la cuadrilla de limpieza y mantenimiento del barrio; crear y proyectar trabajo en la cooperativa textil, y formarse en la escuelita tecnológica. No contentas con esto, tambén trabajaron para acceder a un financiamiento estatal que les permitió construir una red comunitaria de internet, a través del programa Roberto Arias.

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí compartimos algunas fotos del espacio actual, que también cuenta con computadoras (donadas, recicladas, etc), máquinas para el taller de la cooperativa, cocina equipada y hasta ascensor/montacargas, para asegurar la accesibilidad a todos los espacios.

Esta experiencia de la Asamblea de Campo de La Ribera pone en relieve la importancia de las políticas públicas de largo plazo, orientadas no sólo a atender las necesidades básicas, sino que permitan proyectar un camino de crecimiento y progreso, a través de la formación y los emprendimientos productivos, permitiendo así empoderar a las personas y generar autonomía en las comunidades.

Lamentablemente, hoy se han cortado abruptamente todas estas iniciativas y se convierte en un desafío mantener un espacio tan grande, y sobre todo, mantener el comedor, ya que se ha detenido toda entrega de alimentos en una decisión que sólo se puede leer desde la intención de dañar a las personas y a las comunidades. Sin embargo, en Campo de la Ribera el comedor sigue abierto, a través del esfuerzo de las compañeras de la asamblea, donaciones y creatividad que se ponen en juego siempre que las crisis nos aprietan.

Actualmente, la Asamblea está recibiendo donaciones para poder garantizar el funcionamiento del espacio.

La propuesta formativa de Cambá

Desde que comenzamos a vincularnos con la Escuelita Tecnológica estuvo presente la idea de que ese epacio pueda alojar capacitaciones que brinden las primeras herramientas para el desarrollo profesional de les jóvenes (y no tanto) que asisten. En un contexto de difícil inserción laboral para las juventudes y sobre todo para las que tienen impedimentos para acceder a los centros educativos, entendimos que era importante diseñar una capacitación que considere estos objetivos.

Por estos motivos, comenzamos a trabajar en el diseño de un Curso de Desarrollo Web, que contempla las nociones básicas de cómo funcionan las redes de computadoras, Internet, la gestión de servidores, los lenguajes de la web estática (HTML y CSS) y la utilización del gestor de contenidos de software libre WordPress. El curso se encuentra alojado en nuestra plataforma educativa, junto con el resto de las propuestas del Laboratorio de Tecnologías Creativas.

Fue muy importante la participación de las compañeras que coordinan la Escuelita Tecnológica en el proceso del diseño de los contenidos, ya que nos permitió contar con una dimensión realista de como llevar a cabo las actividades. Uno de los desafíos más grandes es que no estamos de manera presencial en esa zona geográfica, por lo tanto hubo que pensar estrategias para poder llevar adelante la formación. Algunas lecciones aprendidas durante la pandemia, cuando realizamos capacitaciones bi-modales (presencial/virtual), fueron útiles y nos dieron la pauta de la importancia de contar al menos con un encuentro presencial, para afianzar vínculos y dotar de corporalidad a las personas que luego verán a través de la pantalla o con quienes se comunicarán a través de foros, chats y tareas en la plataforma.

¡Comenzamos la capacitación!

Así fue que comenzamos este curso de Desarrollo Web en la Escuelita Tecnológica, de manera presencial donde además de la instancia formativa compartimos mates, charlas, comidas y sobre todo proyectamos la continuidad no sólo de este curso sino de otras formaciones, soñando en conjunto como articular entre las cooperativas, las organizaciones sociales, los espacios comunitarios y las políticas públicas para crear futuros que nos contengan y nos abracen. Hoy más que nunca es cuando tenemos que mirar a los lados, y abrir las puertas e invitar a pasar a jugar, a aprender, a merendar, a pasar el rato… nadie se salva solo y nadie sabe más que todes juntes.